Sábado X Semana del Tiempo Ordinario
«Cuando digan “sí” que sea “sí”, y el “no”, sea “no”»
📘 Primera Lectura: Hechos 11, 21-26; 13, 1-3
En aquellos días, fueron muchos los que se convirtieron y abrazaron la fe. Cuando llegaron estas noticias a la comunidad cristiana de Jerusalén, Bernabé fue enviado a Antioquía. Llegó Bernabé, y viendo la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho; y como era hombre bueno, lleno del Espíritu Santo y de fe, exhortó a todos a que, firmes en su propósito, permanecieran fieles al Señor. Así se ganó para el Señor una gran muchedumbre.
Entonces Bernabé partió hacia Tarso, en busca de Saulo; y cuando lo encontró, lo llevó consigo a Antioquía. Ambos vivieron durante todo un año en esa comunidad y enseñaron a mucha gente. Allí, en Antioquía, fue donde por primera vez los discípulos recibieron el nombre de “cristianos”.
Había en la comunidad cristiana de Antioquía algunos profetas y maestros, como Bernabé, Simón (apodado el “Negro”), Lucio el de Cirene, Manahén (que se crió junto con el tetrarca Herodes) y Saulo. Un día estaban ellos ayunando y dando culto al Señor, y el Espíritu Santo les dijo: “Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la misión que les tengo destinada”. Todos volvieron a ayunar y a orar; después les impusieron las manos y los despidieron.
📗 Salmo Salmo 97, 1. 2ab. 3cd-4. 5-6
Cantemos al Señor un canto nuevo,
pues ha hecho maravillas.
Su diestra y su santo brazo
le han dado la victoria.
El Señor ha dado a conocer su victoria,
y ha revelado a las naciones su justicia.
Una vez más ha demostrado Dios
su amor y su lealtad hacia Israel.
La tierra entera ha contemplado
la victoria de nuestro Dios.
Que todos los pueblos y naciones
aclamen con júbilo al Señor.
Cantemos al Señor al son del arpa,
suenen los instrumentos.
Aclamemos al son de los clarines
al Señor, nuestro Rey.
📖 Evangelio según Mateo 5, 33-37
33 También han escuchado que se dijo a los antepasados: “No rompas tu promesa, sino cumple lo que le juraste al Señor”. 34 Pero yo les digo que no juren de ningún modo, ni por el cielo, porque es el trono de Dios; 35 ni por la tierra, porque es la plataforma donde descansan sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey; 36 tampoco jures por tu cabeza, porque no puedes hacer que un mechón de tu cabello se vuelva blanco o negro. 37 Cuando digan “sí” que sea “sí”, y el “no”, sea “no”, porque cualquier otra cosa que digan proviene del maligno.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor