Martes de la V Semana de Pascua
«¡ No se inquieten ni teman !»
Invocamos al Espíritu Santo
Espíritu Santo llena de alegría y paz mi corazón y da sabiduría a mi mente para poder entender la Palabra de Dios.
Amén.
Evangelio según San Juan 14, 27-31.
Jesús dijo a sus discípulos:
«Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡ No se inquieten ni teman !
Me han oído decir: ‘Me voy y volveré a ustedes’. Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean.
Ya no hablaré mucho más con ustedes, porque está por llegar el Príncipe de este mundo: él nada puede hacer contra mí, pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado.»
Palabra del Señor.
1. Lectura, ¿Qué dice el texto?
Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡ No se inquieten ni teman !
Ya no hablaré mucho más con ustedes, porque está por llegar el Príncipe de este mundo: él nada puede hacer contra mí, pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado.
Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu atención, tu interés?
2. Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?
En el mensaje del Papa Francisco del Domingo de la Divina Misericordia decía: «Esta paz es fruto de la victoria del amor de Dios sobre el mal, es el fruto del perdón. Y es precisamente así: la verdadera paz, esa paz profunda, viene de hacer la experiencia de la misericordia de Dios». Ya que esa paz ha triunfado sobre el mal, sobre el príncipe de este mundo, no nos inquietemos, ni temamos; ya el Señor nos ha dicho todo, nos ha preparado para estar atentos y defendernos del mal; esta expresión no sólo es propia para el sino que nosotros también debemos hacerla propia «él nada puede hacer contra mí, pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado», porque lo hemos recibido, lo hemos aceptado como nuestro «Salvador». Comprendo que el perdón es uno de los caminos para recibir la paz del Señor, ¿Soy capaz de perdonar desde lo más profundo del corazón, entregado al Señor y con verdadero amor?, ¿Perdonando y siendo misericordioso y dando amor es como podemos vencer al mal?, el perdón, la misericordia y el amor son los instrumentos que me ayudan a defenderme del mal, ¿Los utilizo para no inquietarme y no temer?, ¿Porque también nosotros debemos apropiarnos de estas palabras del Señor «él nada puede hacer contra mí, pero es necesario que el mundo sepa que yo amo al Padre y obro como él me ha ordenado?, ¿Por el amor, por la obediencia?
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?
3. Oración, ¿Qué le decimos a Dios?
Quiero recibir la paz como tú la das mi Señor, profunda, llena de perdón, de misericordia y sobre todo de amor. Tú viniste a nuestro mundo a enseñarnos a cómo actuar, a como obedecerte y amarte porque así no tendremos inquietudes, ni temores, y el mal no tendrá el poder absoluto sobre nosotros. Confieso que te recibo como mi único Salvador y camino que me ha de llevar al Reino de los Cielos.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?
Cada uno pone sus intenciones.
Amén.
4. Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?
«¡ No se inquieten ni teman !«. (R)
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que te ayuda a recordar este texto?
5. Acción, ¿A que me comprometo con Dios?
- Reconocer al perdón, la misericordia y al amor como instrumentos que nos ayudarán en nuestra vida a recibir la paz como el Señor la da.
- Si amo y obedezco al Señor, mis inquietudes y temores serán débiles y no me gobernaran por siempre.
Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a realizar?