Lunes II Semana de Pascua
«Necesitan nacer de nuevo»
📘 Primera Lectura: Libro de los Hechos de los Apóstoles 4, 23-31
Una vez en libertad, los Apóstoles regresaron adonde estaban sus hermanos, y les contaron todo lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los ancianos.
Al oírlos, todos levantaron la voz y oraron a Dios unánimemente: «Señor, tú hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos;
tú, por medio del Espíritu Santo, pusiste estas palabras en labios de nuestro padre David, tu servidor: ¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen vanos proyectos?
Los reyes de la tierra se rebelaron y los príncipes se aliaron contra el Señor y contra su Ungido.
Porque realmente se aliaron en esta ciudad Herodes y Poncio Pilato con las naciones paganas y los pueblos de Israel, contra tu santo servidor Jesús, a quien tú has ungido.
Así ellos cumplieron todo lo que tu poder y tu sabiduría habían determinado de antemano.
Ahora, Señor, mira sus amenazas, y permite a tus servidores anunciar tu Palabra con toda libertad:
extiende tu mano para que se realicen curaciones, signos y prodigios en el nombre de tu santo servidor Jesús».
Cuando terminaron de orar, tembló el lugar donde estaban reunidos; todos quedaron llenos del Espíritu Santo y anunciaban decididamente la Palabra de Dios.
📗 Salmo 2, 1-3.4-6.7-9
¿Por qué se amotinan las naciones
y los pueblos hacen vanos proyectos?
Los reyes de la tierra se sublevan,
y los príncipes conspiran
contra el Señor y contra su Ungido:
«Rompamos sus ataduras,
librémonos de su yugo.»
El que reina en el cielo se sonríe;
el Señor se burla de ellos.
Luego los increpa airadamente
y los aterra con su furor:
«Yo mismo establecí a mi Rey
en Sión, mi santa Montaña.»
Voy a proclamar el decreto del Señor:
El me ha dicho: «Tú eres mi hijo,
yo te he engendrado hoy.»
«Pídeme, y te daré las naciones como herencia,
y como propiedad, los confines de la tierra.»
Los quebrarás con un cetro de hierro,
los destrozarás como a un vaso de arcilla»
📖 Evangelio San Juan 3,1-8
1 Había un fariseo llamado Nicodemo, que era el líder de los judíos. 2 Una noche él fue a visitar a Jesús y le dijo: “Rabí, sabemos que eres un maestro que ha venido de Dios, porque nadie puede hacer estas señales que tú haces si Dios no está con él”.
3 Jesús respondió: “Te digo ciertamente que nadie puede ver el Reino de Dios a menos que nazca de nuevo”.
4 Nicodemo le dijo: “¿Cómo puede una persona vieja nacer de nuevo? ¿Puede volver a entrar en el útero de su madre y nacer de nuevo?”
5 Jesús le contestó: “Te digo ciertamente que nadie puede entrar en el Reino de Dios a menos que haya nacido del agua y del Espíritu. 6 Quien nace de la carne, carne humana es; y el que es nacido del Espíritu, espíritu es. 7 Así que no te sorprendas porque dije que todos necesitan nacer de nuevo. 8 El viento sopla donde quiere, y oyes el ruido que hace, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo le sucede a todo aquel que es nacido del Espíritu”.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELISTA
😇Palabra del Señor