Jueves III Semana de Adviento
«Se dignó a mirarme para quitar mi vergüenza entre las personas»
📘 Primera Lectura: Libro de los Jueces 13, 2-7.24-25a
Había un hombre de Sorá, del clan de los danitas, que se llamaba Manóaj. Su mujer era estéril y no tenía hijos.
El Angel del Señor se apareció a la mujer y le dijo: «Tú eres estéril y no has tenido hijos, pero vas a concebir y a dar a luz un hijo.
Ahora, deja de beber vino o cualquier bebida fermentada, y no comas nada impuro.
Porque concebirás y darás a luz un hijo. La navaja nunca pasará por su cabeza, porque el niño estará consagrado a Dios desde el seno materno. El comenzará a salvar a Israel del poder de los filisteos».
La mujer fue a decir a su marido: «Un hombre de Dios ha venido a verme. Su aspecto era tan imponente, que parecía un ángel de Dios. Yo no le pregunté de dónde era, ni él me dio a conocer su nombre.
Pero me dijo: «Concebirás y darás a luz un hijo. En adelante, no bebas vino, ni comas nada impuro, porque el niño estará consagrado a Dios desde el seno de su madre hasta el día de su muerte».»
La mujer dio a luz un hijo y lo llamó Sansón. El niño creció y el Señor lo bendijo.
Y el espíritu del Señor comenzó a actuar sobre él.
📗 Salmo 71(70), 3-4a.5-6ab.16-17
tú que decidiste venir siempre en mi ayuda,
porque tú eres mi Roca y mi fortaleza.
¡Líbrame, Dios mío, de las manos del impío!
Porque tú, Señor, eres mi esperanza
y mi seguridad desde mi juventud.
En ti me apoyé desde las entrañas de mi madre;
desde el seno materno fuiste mi protector.
Vendré a celebrar las proezas del Señor,
evocaré tu justicia, que es sólo tuya.
Dios mío, tú me enseñaste desde mi juventud,
y hasta hoy he narrado tus maravillas.
📖Evangelio según San Lucas 1, 5-25
5 Cuando Herodes era rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, que era del grupo sacerdotal de Abías. Su esposa era de las hijas de Aarón, una familia sacerdotal, y se llamaba Isabel. 6 Ellos dos eran justos delante de Dios y vivían correctamente, obedeciendo fielmente todas las leyes y mandamientos del Señor; 7 pero no tenían hijos porque Isabel no podía y ambos eran muy viejos.
8 Sucedió que cuando Zacarías estaba haciendo su servicio sacerdotal delante de Dios, de acuerdo al turno de su clase sacerdotal. 9 Según la costumbre del sacerdocio, había sido elegido por sorteo para entrar en el Templo del Señor y quemar el incienso. 10 Durante la hora del incienso, la gente estando afuera rezaba. 11 Entonces apareció un ángel del Señor delante de Zacarías, de pie en el lado derecho del altar del incienso. 12 Cuando Zacarías lo vio, el miedo se apoderó de él, 13 pero el ángel le dijo:
“No tengas miedo, Zacarías, ¡porque Dios escuchó tu oración! Tu esposa, Isabel, dará a luz un hijo, y lo llamarás Juan. 14 Tendrás alegría y felicidad y muchas personas se alegrarán de su nacimiento, 15 porque él será grande delante del Señor. No debe beber nunca vino ni licor, porque será lleno del Espíritu Santo ya desde el vientre de su madre 16 y hará que muchos israelitas vuelvan al Señor, su Dios. 17 Él irá delante del Señor con el espíritu y el poder de Elías para hacer que los padres vuelvan sus corazones a los hijos, y las personas desobedientes a la prudencia de los justos, con el fin de preparar para el Señor un pueblo dispuesto”.
18 Entonces Zacarías le preguntó al ángel:
“¿Cómo puedo saber que esto es cierto? Porque yo soy viejo y mi esposa también lo es”.
19 El ángel respondió:
“Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado a hablar contigo para darte estas buenas noticias. 20 Pero ahora, como no has creído en mis palabras, quedarás mudo e incapaz de hablar hasta el día en que se realice esto, que se cumplirá en su tiempo”.
21 Mientras tanto, la gente estaba esperando a Zacarías, y todos estaban extrañados de que él pasara tanto tiempo en el Templo. 22 Cuando Zacarías salió, no les podía hablar, entonces se dieron cuenta de que había tenido una visión en el Templo. Incapaz de hablar, él se comunicaba con ellos por medio de señas.
23 Cuando terminaron los días de servicio en el Templo, Zacarías regresó a casa, 24 y poco después, su esposa Isabel quedó embarazada y no salió de la casa durante cinco meses. Ella decía:
25 “Así ha obrado el Señor conmigo en los días en que se dignó a mirarme para quitar mi vergüenza entre las personas”.
Traducción del Nuevo Evangelizador
😇Palabra del Señor