Miércoles XXII Semana del Tiempo Ordinario
«Se levantó y comenzó a servirles»
📘 Primera Lectura: Carta I de San Pablo a los Corintios 3, 1-9
Los alimenté con leche y no con alimento sólido, porque aún no podían tolerarlo, como tampoco ahora,
ya que siguen siendo carnales. Los celos y discordias que hay entre ustedes, ¿no prueban acaso, que todavía son carnales y se comportan de una manera puramente humana?
Cuando uno dice: «Yo soy de Pablo», y el otro: «Yo de Apolo», ¿acaso no están procediendo como lo haría cualquier hombre?
Después de todo, ¿quién es Apolo, quién es Pablo? Simples servidores, por medio de los cuales ustedes han creído, y cada uno de ellos lo es según lo que ha recibido del Señor.
Yo planté y Apolo regó, pero el que ha hecho crecer es Dios.
Ni el que planta ni el que riega valen algo, sino Dios, que hace crecer.
No hay ninguna diferencia entre el que planta y el que riega; sin embargo, cada uno recibirá su salario de acuerdo con el trabajo que haya realizado.
Porque nosotros somos cooperadores de Dios, y ustedes son el campo de Dios, el edificio de Dios.
📗 Salmo 33(32),12-13.14-15.20-21
el pueblo que él se eligió como herencia!
El Señor observa desde el cielo
y contempla a todos los hombres.
él mira desde su trono
a todos los habitantes de la tierra;
modela el corazón de cada uno
y conoce a fondo todas sus acciones.
Nuestra alma espera en el Señor;
él es nuestra ayuda y nuestro escudo.
Nuestro corazón se regocija en él:
nosotros confiamos en su santo Nombre.
📖 Evangelio según San Lucas 4, 38-44
38 Jesús, levantándose, salió de la sinagoga y fue a la casa de Simón. La suegra de Simón estaba muy enferma, postrada con una fuerte fiebre, y le pidieron que hiciera algo por ella. 39 Él se inclinó hacia ella y le dio una orden a la fiebre y la fiebre la dejó y, al instante se levantó y comenzó a servirles.
40 Al anochecer, todos los que tenían amigos enfermos de varias dolencias los llevaron a Jesús, y Él, al poner sus manos sobre cada uno de ellos, los curaba. 41 También los demonios salieron de muchas personas, dando gritos y diciendo: “¡Tú eres el Hijo de Dios!”. Pero Él los reprendía y no los dejaba hablar porque sabían que Jesús era el Mesías.
42 Cuando amaneció, Jesús salió de la ciudad y se fue a un lugar desierto, pero las multitudes lo buscaban. Acudían a Él y lo detenían porque no querían que se apartara de ellos. 43 Pero Jesús les decía: “También debo anunciar el Evangelio del Reino de Dios en otras ciudades, porque fue para hacer esto que he sido enviado por Dios”.
44 Él iba predicando por las sinagogas de Judea.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor