Lunes XXIV Semana del Tiempo Ordinario
«Solo di la orden»
📘 Primera Lectura: Carta I de San Pablo a los Corintios 11, 17-26.33
Ante todo, porque he oído decir que cuando celebran sus asambleas, hay divisiones entre ustedes, y en parte lo creo.
Sin embargo, es preciso que se formen partidos entre ustedes, para se pongan de manifiesto los que tienen verdadera virtud.
Cuando se reúnen, lo que menos hacen es comer la Cena del Señor,
porque apenas se sientan a la mesa, cada uno se apresura a comer su propia comida, y mientras uno pasa hambre, el otro se pone ebrio.
¿Acaso no tienen sus casas para comer y beber? ¿O tan poco aprecio tienen a la Iglesia de Dios, que quieren hacer pasar vergüenza a los que no tienen nada? ¿Qué les diré? ¿Los voy a alabar? En esto, no puedo alabarlos.
Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he transmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan,
dio gracias, lo partió y dijo: «Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía».
De la misma manera, después de cenar, tomó la copa, diciendo: «Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memora mía».
Y así, siempre que coman este pan y beban esta copa, proclamarán la muerte del Señor hasta que él vuelva.
Así, hermanos, cuando se reúnan para participar de la Cena, espérense unos a otros.
📗 Salmo 40(39), 7-8a.8b-9.10.17
pero me diste un oído atento;
no pediste holocaustos ni sacrificios,
entonces dije: “Aquí estoy. En el libro de la Ley está escrito
lo que tengo que hacer:
yo amo, Dios mío, tu voluntad,
y tu ley está en mi corazón». Proclamé gozosamente tu justicia
en la gran asamblea;
no, no mantuve cerrados mis labios,
Tú lo sabes, Señor. Que se alegren y se regocijen en ti
todos los que te buscan,
y digan siempre los que desean tu victoria:
“¡Qué grande es el Señor!”.
📖 Evangelio según Lucas 7, 1-10
1 Cuando Jesús terminó de decir estas cosas a la gente que lo escuchaba, fue a la ciudad de Cafarnaúm. 2 Había un oficial romano allí que tenía un empleado a quien apreciaba. El empleado estaba gravemente enfermo a punto de morir. 3 Cuando el oficial se enteró de Jesús, envió a algunos líderes judíos a pedirle que viniera y sanara a su empleado. 4 Fueron a hablar con Jesús y le pedían con insistencia:
“Él es realmente digno de que le concedas esto 5 porque ama a nuestra gente e incluso construyó una sinagoga para nosotros”.
6 Entonces Jesús fue con ellos y cuando estaba cerca de la casa, el oficial romano envió algunos amigos para decirle a Jesús:
“Señor, no te molestes, porque no soy digno de que entre en mi casa. 7 Por este motivo no me consideraba digno de ir hacia Ti personalmente. Pero solo di la orden y mi empleado estará sanado. 8 Porque también yo estoy bajo la autoridad de oficiales superiores y tengo soldados bajo mi mando, y cuando le digo a uno: “Ve”, y él va. Le digo a otro: “Ven”, y él viene, y también le digo a mi empleado, “Haz esto”, y él lo hace.
9 Jesús se sorprendió mucho cuando escuchó esto, y dándose vuelta, le dijo a la multitud que lo seguía:
“¡Les digo que ni en Israel he encontrado tanta fe como en este hombre!”
10 Entonces los amigos del oficial volvieron a su casa y encontraron al empleado curado.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor