Martes I Semana del Tiempo Ordinario
«Es una nueva enseñanza dada con autoridad»
📖 Primera Lectura: Primer Libro de Samuel 1, 9-20
Entonces Ana, con el alma llena de amargura, oró al Señor y lloró desconsoladamente.
Luego hizo este voto: «Señor de los ejércitos, si miras la miseria de tu servidora y te acuerdas de mí, si no te olvidas de tu servidora y le das un hijo varón, yo lo entregaré al Señor para toda su vida, y la navaja no pasará por su cabeza».
Mientras ella prolongaba su oración delante del Señor, Elí miraba atentamente su boca.
Ana oraba en silencio; sólo se movían sus labios, pero no se oía su voz. Elí pensó que estaba ebria,
y le dijo: «¿Hasta cuándo te va a durar la borrachera? ¡Ve a que se te pase el efecto del vino!».
Ana respondió: «No, mi señor; yo soy una mujer que sufre mucho. No he bebido vino ni nada que pueda embriagar; sólo me estaba desahogando delante del Señor.
No tomes a tu servidora por una mujer cualquiera; si he estado hablando hasta ahora, ha sido por el exceso de mi congoja y mi dolor».
«Vete en paz, le respondió Elí, y que el Dios de Israel te conceda lo que tanto le has pedido».
Ana le dijo entonces: «¡Que tu servidora pueda gozar siempre de tu favor!». Luego la mujer se fue por su camino, comió algo y cambió de semblante.
A la mañana siguiente, se levantaron bien temprano y se postraron delante del Señor; luego regresaron a su casa en Ramá. Elcaná se unió a su esposa Ana, y el Señor se acordó de ella.
Ana concibió, y a su debido tiempo dio a luz un hijo, al que puso el nombre de Samuel, diciendo: «Se lo he pedido al Señor».
📖 Salmo: Primer Libro de Samuel 2, 1.4-5.6-7.8abcd
tengo la frente erguida gracias a mi Dios.
Mi boca se ríe de mis enemigos,
porque tu salvación me ha llenado de alegría. El arco de los valientes se ha quebrado,
y los vacilantes se ciñen de vigor;
los satisfechos se contratan por un pedazo de pan,
y los hambrientos dejan de fatigarse;
la mujer estéril da a luz siete veces,
y la madre de muchos hijos se marchita. El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el Abismo y levanta de él.
El Señor da la pobreza y la riqueza,
humilla y también enaltece. El levanta del polvo al desvalido
y alza al pobre de la miseria,
para hacerlos sentar con los príncipes
y darles en herencia un trono de gloria.
📖 Evangelio según Marcos 1, 21-28
21 Vinieron a la ciudad de Cafarnaúm, y en seguida, en el día de descanso, el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga. 22 La gente que lo escuchaba estaba asombrada de su enseñanza porque Jesús enseñaba con su propia autoridad y no como los maestros de la Ley. 23 De repente sucedió que un hombre fue poseído por un espíritu maligno y comenzó a gritar: “¿Qué quieres tú de nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Vienes a destruirnos? Sé muy bien quién eres: ¡eres el Santo de Dios!
25 Entonces Jesús lo regañó, diciendo: “¡Cállate y sal de este hombre!”
26 El espíritu maligno sacudió al hombre violentamente, dio un fuerte grito y salió de él. 27 Todos se quedaron asombrados y se decían unos a otros: “¿Qué significa esto? Es una nueva enseñanza dada con autoridad. Él gobierna incluso los espíritus malignos, y ellos lo obedecen”. 28 Y la fama de Jesús se extendió rápidamente por toda la región de Galilea.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor