Miércoles I Semana del Tiempo Ordinario
«Que yo pueda predicar el Evangelio allí también»
📖 Primera Lectura: Hebreos 2, 14-18
Ya que los hijos tienen una misma sangre y una misma carne, él también debía participar de esa condición, para reducir a la impotencia, mediante su muerte, a aquel que tenía el dominio de la muerte, es decir, al demonio,
y liberar de este modo a todos los que vivían completamente esclavizados por el temor de la muerte.
Porque él no vino para socorrer a los ángeles, sino a los descendientes de Abraham.
En consecuencia, debió hacerse semejante en todo a sus hermanos, para llegar a ser un Sumo Sacerdote misericordioso y fiel en el servicio de Dios, a fin de expiar los pecados del pueblo.
Y por haber experimentado personalmente la prueba y el sufrimiento, él puede ayudar a aquellos que están sometidos a la prueba.
📖 Salmo: 105(104), 1-2.3-4.6-7.8-9
hagan conocer entre los pueblos sus proezas;
canten al Señor con instrumentos musicales,
pregonen todas sus maravillas!
¡Gloríense en su santo Nombre,
alégrense los que buscan al Señor!
¡Recurran al Señor y a su poder,
busquen constantemente su rostro!
Descendientes de Abraham, su servidor,
hijos de Jacob, su elegido:
el Señor es nuestro Dios,
en toda la tierra rigen sus decretos.
El se acuerda eternamente de su alianza,
de la palabra que dio por mil generaciones,
del pacto que selló con Abraham,
del juramento que hizo a Isaac.
📖 Evangelio según Marcos 1, 29-39
29 Poco después de haber salido de la sinagoga, Jesús con Santiago y Juan fueron a la casa de Simón y Andrés. 30 La suegra de Simón estaba en la cama con fiebre. Tan pronto como Jesús llegó, le dijeron que estaba enferma. Él se le acercó, la tomó de la mano y la ayudó a ponerse de pie. La fiebre se le quitó y ella comenzó a servirles.
32 Por la tarde, después del atardecer, trajeron a Jesús a todos los enfermos y a las personas que estaban poseídas por demonios 33 de manera que toda la gente de la ciudad se había reunido frente a la casa. 34 Jesús sanó a muchas personas de todo tipo de enfermedades y expulsó a muchos demonios; Él no dejaba que los demonios hablaran, porque sabían quién era Él.
35 Temprano en la mañana, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la ciudad, se fue a un lugar desierto y se quedó allí rezando. 36 Simón y sus compañeros lo buscaron 37 y cuando lo encontraron, le dijeron: “Todos te están buscando”.
38 Jesús les respondió: “Vamos a otro lugar, a las aldeas cercanas para que yo pueda predicar el Evangelio allí también, porque para esto he venido”.
39 Así caminó por Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando a los demonios.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor