Lunes VIII Semana del Tiempo Ordinario
«Ven y sígueme»
📘 Primera Lectura: I de San Pedro 1, 3-9
a una herencia incorruptible, incontaminada e imperecedera, que ustedes tienen reservada en el cielo.
Porque gracias a la fe, el poder de Dios los conserva para la salvación dispuesta a ser revelada en el momento final.
Por eso, ustedes se regocijan a pesar de las diversas pruebas que deben sufrir momentáneamente:
así, la fe de ustedes, una vez puesta a prueba, será mucho más valiosa que el oro perecedero purificado por el fuego, y se convertirá en motivo de alabanza, de gloria y de honor el día de la Revelación de Jesucristo.
Porque ustedes lo aman sin haberlo visto, y creyendo en él sin verlo todavía, se alegran con un gozo indecible y lleno de gloria,
seguros de alcanzar el término de esa fe, que es la salvación.
en la reunión y en la asamblea de los justos.
Grandes son las obras del Señor:
los que las aman desean comprenderlas. Proveyó de alimento a sus fieles
y se acuerda eternamente de su alianza.
Manifestó a su pueblo el poder de sus obras,
dándole la herencia de las naciones. Él envió la redención a su pueblo,
promulgó su alianza para siempre:
Su Nombre es santo y temible.
¡El Señor es digno de alabanza eternamente!
📖 Evangelio según Marcos 10, 17-27
17 Cuando Jesús se iba, un hombre vino corriendo y arrodillándose frente a Él, le preguntó: “Buen Maestro, ¿qué debo hacer para lograr la vida eterna?»
18 Pero Jesús le dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Solo Dios es bueno, y nadie más. 19 Conoces los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio contra nadie, no tomes nada de los demás, respeta a tu padre y a tu madre”.
20 Él le contestó: “Maestro, desde que era niño, he obedecido todos estos mandamientos”
21 Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: “Una cosa más te falta: ve, vende todo lo que tienes y da el dinero a los pobres para que tengas riquezas en el cielo. Entonces ven y sígueme”.
22 A causa de esta palabra el hombre se afligió y se marchó estando triste porque tenía muchos bienes. 23 Entonces Jesús, mirando a su alrededor, dijo a sus discípulos: “¡Qué difícil es para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios!”
24 Cuando oyeron esto, los discípulos se asombraron, pero Jesús continuó respondiendo: “Hijos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! 25 Es más fácil para un camello entrar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el Reino de Dios”
26 Cuando oyeron esto, ellos se asombraron diciéndose unos a otros: “Entonces, ¿quién puede salvarse?”
27 Jesús, mirándolos, les dijo: “Para los humanos esto no es posible; pero para Dios lo es, porque todo es posible para Dios”.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor