Lunes VIII Semana del Tiempo Ordinario
«Ven y sígueme»
📘 Primera Lectura: Eclesiástico 17, 20-28
La limosna de un hombre es para él como un sello, y tiene en cuenta un favor como la pupila de sus ojos.
Después, él se levantará para retribuirles y pondrá sobre sus cabezas la recompensa merecida.
A los que se arrepienten, les permite volver y reconforta a los que perdieron la constancia.
Vuelve al Señor y deja de pecar, suplica ante su rostro y deja de ofenderlo.
Vuelve al Altísimo, apártate de la injusticia y odia profundamente toda abominación.
¿Quién alabará al Altísimo en el Abismo, si los vivientes no le rinden homenaje?
el muerto, el que ya no existe, deja de alabarlo: el que está vivo y sano debe alabar al Señor.
y liberado de su falta!
¡Feliz el hombre a quien el Señor
no le tiene en cuenta las culpas,y en cuyo espíritu no hay doblez!
Pero yo reconocí mi pecado,
no te escondí mi culpa,
pensando: “Confesaré mis faltas al Señor”.¡Y tú perdonaste mi culpa y mi pecado!
Por eso, que todos tus fieles te supliquen
en el momento de la angustia;
y cuando irrumpan las aguas caudalosasno llegarán hasta ellos.
Tú eres mi refugio,
tú me libras de los peligros
y me colmas con la alegría de la salvación.
📖 Evangelio según Marcos 10, 17-27
17 Cuando Jesús se iba, un hombre vino corriendo y arrodillándose frente a Él, le preguntó: “Buen Maestro, ¿qué debo hacer para lograr la vida eterna?»
18 Pero Jesús le dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Solo Dios es bueno, y nadie más. 19 Conoces los mandamientos: “No mates, no cometas adulterio, no robes, no des falso testimonio contra nadie, no tomes nada de los demás, respeta a tu padre y a tu madre”.
20 Él le contestó: “Maestro, desde que era niño, he obedecido todos estos mandamientos”
21 Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: “Una cosa más te falta: ve, vende todo lo que tienes y da el dinero a los pobres para que tengas riquezas en el cielo. Entonces ven y sígueme”.
22 A causa de esta palabra el hombre se afligió y se marchó estando triste porque tenía muchos bienes. 23 Entonces Jesús, mirando a su alrededor, dijo a sus discípulos: “¡Qué difícil es para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios!”
24 Cuando oyeron esto, los discípulos se asombraron, pero Jesús continuó respondiendo: “Hijos, ¡qué difícil es entrar en el Reino de Dios! 25 Es más fácil para un camello entrar por el ojo de una aguja que para un rico entrar en el Reino de Dios”
26 Cuando oyeron esto, ellos se asombraron diciéndose unos a otros: “Entonces, ¿quién puede salvarse?”
27 Jesús, mirándolos, les dijo: “Para los humanos esto no es posible; pero para Dios lo es, porque todo es posible para Dios”.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor