Viernes IV Semana del Tiempo Ordinario
«Pero debido al juramento»
📖 Primera Lectura: Hebreos 13, 1-9a
No se olviden de practicar la hospitalidad, ya que gracias a ella, algunos, sin saberlo, hospedaron a los ángeles.
Acuérdense de los que están presos, como si ustedes lo estuvieran con ellos, y de los que son maltratados, como si ustedes estuvieran en su mismo cuerpo.
Respeten el matrimonio y no deshonren el lecho conyugal, porque Dios condenará a los lujuriosos y a los adúlteros.
No se dejen llevar de la avaricia, y conténtense con lo que tienen, porque el mismo Dios ha dicho: No te dejaré ni te abandonaré.
De manera que podemos decir con plena confianza: El Señor es mi protector: no temeré. ¿Qué podrán hacerme los hombres?
Acuérdense de quienes los dirigían, porque ellos les anunciaron la Palabra de Dios: consideren cómo terminó su vida e imiten su fe.
Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y lo será para siempre.
No se dejen extraviar por cualquier clase de doctrinas extrañas. Lo mejor es fortalecer el corazón con la gracia, no con alimentos que de nada aprovechan a quienes los comen.
📖 Salmo 27(26), 1.3.5.8c-9abc
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida,
¿ante quién temblaré? Aunque acampe contra mí un ejército,
mi corazón no temerá;
aunque estalle una guerra contra mí,
no perderé la confianza.
Sí, él me cobijará en su Tienda de campaña
en el momento del peligro;
me ocultará al amparo de su Carpa
y me afirmará sobre una roca.
Yo busco tu rostro, Señor,
no lo apartes de mí.
No alejes con ira a tu servidor,
tú, que eres mi ayuda.
📖 Evangelio según Marcos 6, 14-29
14 El rey Herodes Antipas se enteró de todo esto porque la fama de Jesús se había extendido por todas partes. Algunos decían: “¡Este hombre es Juan el Bautista, quien ha resucitado de entre los muertos! Es por eso que tiene el poder de hacer milagros”.
15 Otros decían: “Es Elías”. Pero otros decían: “Es un profeta, como uno de esos antiguos profetas”.
16 Cuando Herodes oyó esto, dijo: “¡Él es Juan, a quien yo ordené cortar la cabeza y ahora ha resucitado!”
17 Porque fue Herodes quien envió a Juan para que lo arrestaran, le ataran las manos y lo arrojaran a la cárcel. Lo había hecho por Herodías, con quien se había casado, a pesar de que ella era la esposa de su hermano Felipe. 18 Por este motivo, Juan le decía a Herodes: “¡No te es permitido casarte con la esposa de tu hermano!”
19 Herodías estaba furiosa con Juan y quería matarlo, pero no podía 20 porque Herodes le tenía miedo, ya que sabía que era un hombre bueno y santo. Por eso Herodes lo protegía, y cuando lo escuchaba hablar, no sabía qué hacer, pero aun así le gustaba escucharlo.
21 El día del cumpleaños de Herodes, llegó la ocasión que Herodías estaba esperando. Ese día, Herodes dio un banquete a las personas importantes de su gobierno: altos funcionarios, líderes militares y funcionarios galileos. 22 Durante el banquete, la hija de Herodías entró al salón y bailó. Herodes y sus invitados disfrutaron mucho del baile. Entonces el rey le dijo a la muchacha: “Pide lo que quieras y te lo daré”.
23 Y él juró: “¡Te prometo que te daré lo que me pidas, incluso la mitad de mi reino!”
24 Ella fue a preguntarle a su madre: ¿Qué puedo pedir?, su madre le contestó: “La cabeza de Juan, el Bautista”.
25 De inmediato, ella regresó donde estaba el rey y le dijo: “¡Quiero la cabeza de Juan el Bautista en un plato ahora mismo!”
26 El rey se puso muy triste, pero debido al juramento que había hecho frente a los invitados, no pudo rechazarla. 27 Inmediatamente envió a un soldado de guardia para que trajera la cabeza de Juan. Éste fue a la cárcel, cortó la cabeza de Juan, 28 la puso en un plato y se la dio a la muchacha. Ella se la entregó a su madre. 29 Cuando los discípulos de Juan se enteraron, vinieron y tomaron su cuerpo y lo enterraron.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor