Jueves XVIII Semana del Tiempo Ordinario
«Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia»
📘 Primera Lectura: Números 20, 1-13
Como la comunidad no tenía agua, se produjo un amotinamiento contra Moisés y Aarón.
El pueblo promovió una querella contra Moisés diciendo: «¡Ojalá hubiéramos muerto cuando murieron nuestros hermanos delante del Señor!
¿Por qué trajeron a este desierto a la asamblea del Señor, para que muriéramos aquí, nosotros y nuestro ganado?
¿ Por qué nos hicieron salir de Egipto, para traernos a este lugar miserable, donde no hay sembrados, ni higueras, ni viñas, ni granados, y donde ni siquiera hay agua para beber?».
Moisés y Aarón, apartándose de la asamblea, fueron a la entrada de la Carpa del Encuentro y cayeron con el rostro en tierra. Entonces se les apareció la gloria del Señor,
y el Señor dijo a Moisés:
«Toma el bastón y convoca a la comunidad, junto con tu hermano Aarón. Después, a la vista de todos, manden a la roca que dé sus aguas. Así harás para ellos agua de la roca y darás de beber a la comunidad y a su ganado».
Moisés tomó el bastón que estaba delante del Señor, como él se lo había mandado.
Luego Moisés y Aarón reunieron a la asamblea frente a la roca, y Moisés les dijo: «¡Escuchen, rebeldes! ¿Podemos hacer que brote agua de esta roca para ustedes?».
Y alzando su mano, golpeó la roca dos veces con el bastón. El agua brotó abundantemente, y bebieron la comunidad y el ganado.
Pero el Señor dijo a Moisés y a Aarón: «Por no haber confiado lo bastante en mí para que yo manifestara mi santidad ante los israelitas, les aseguro que no llevarán a este pueblo hasta la tierra que les he dado».
Estas son las aguas de Meribá – que significa «Querella»- donde los israelitas promovieron una querella contra el Señor y con las que él manifestó su santidad.
📗 Salmo 95(94), 1-2.6-7.8-9
aclamemos a la Roca que nos salva!
¡Lleguemos hasta él dándole gracias,
aclamemos con música al Señor!
¡Entren, inclinémonos para adorarlo!
¡Doblemos la rodilla ante el Señor que nos creó!
Porque él es nuestro Dios,
y nosotros, el pueblo que él apacienta,
las ovejas conducidas por su mano.Ojalá hoy escuchen la voz del Señor:
«No endurezcan su corazón como en Meribá,
como en el día de Masá, en el desierto,
cuando sus padres me tentaron y provocaron,
aunque habían visto mis obras.»
📖 Evangelio según San Mateo 16, 13-23
13 Jesús fue a la región de Cesarea de Filipo y allí preguntó a sus discípulos: “¿Quién dice la gente que es el Hijo del Hombre?”
14 Ellos le respondieron: “Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, que eres Elías, y otros, que eres Jeremías o uno de los profetas”.
15 Él les dijo: “¿Y ustedes? ¿Quién dicen que soy?”
16 Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente”.
17 Jesús le dijo: “Simón, hijo de Jonás, dichoso tú, porque esta verdad no te fue revelada por ningún ser humano, sino de mi Padre, que está en el cielo. 18 Por tanto, yo te digo que tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi iglesia, y los poderes de la muerte no podrán vencerla. 19 Te daré las llaves del Reino de los Cielos; lo que prohíbas en la tierra estará prohibido en el Cielo, y lo que permitas en la tierra estará permitido en el Cielo”.
20 Entonces Jesús ordenó a los discípulos que no le dijeran a nadie que Él era el Mesías.
21 Jesús, desde ese momento, comenzó a decir claramente a los discípulos que era necesario para Él ir a Jerusalén, sufrir muchas cosas a causa de los ancianos, los principales sacerdotes y los maestros de la Ley, ya que iban a matarlo, pero al tercer día sería resucitado.
22 Entonces Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: “¡Tenga Dios misericordia de ti, Señor! Eso nunca te acontecerá”.
23 Jesús girándose le dijo a Pedro: “¡Quítate de delante de mí, Satanás! Eres como una piedra de tropiezo en mi camino, porque estás pensando como un ser humano piensa y no como Dios”.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor