«Al ver a la multitud sintió compasión»
Hno. Ricardo Grzona, frp
PRIMERA LECTURA: Isaías 55, 1-3
SALMO RESPONSORIAL: Salmo 144, 8-9.15-18
SEGUNDA LECTURA: Romanos 8, 35.37-39
Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.
-Amén-
TEXTO BÍBLICO: Mateo 14, 13-21
14,13: Al enterarse, Jesús se fue de allí en barca, él solo, a un paraje despoblado. Pero lo supo la multitud y le siguió a pie desde los poblados. 14,14: Jesús desembarcó y, al ver la gran multitud, sintió lástima y sanó a los enfermos.
14,15: Al atardecer los discípulos fueron a decirle:
—El lugar es despoblado y ya es tarde; despide a la multitud para que vayan a los pueblos a comprar algo de comer.
14,16: [Jesús] les respondió:
—No hace falta que vayan; denle ustedes de comer.
14,17: Respondieron:
—Aquí no tenemos más que cinco panes y dos pescados.
14,18: Él les dijo:
—Tráiganlos.
14,19: Después mandó a la multitud sentarse en el césped, tomó los cinco panes y los dos pescados, alzó la vista al cielo, dio gracias, partió el pan y se lo dio a sus discípulos; ellos se lo dieron a la multitud. 14,20: Comieron todos, quedaron satisfechos, recogieron las sobras y llenaron doce canastos. 14,21: Los que comieron eran cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños.
BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO
1.- LECTURA: ¿Qué dice el texto?
Estudio Bíblico.
San Mateo, es uno de los evangelistas que narra este milagro al que nosotros comúnmente nos referimos como la multiplicación de los panes y los peces. Es un género literario muy clásico, que desea demostrar que Jesús es el Mesías, el nuevo Moisés.
Este texto es la continuación del martirio de Juan el Bautista, y dice que Jesús inmediatamente salió de donde estaba y se fue a un lugar Él solo. Iba a un lugar despoblado, y aunque el texto no lo dice, es de suponer que Jesús necesitaba estar a solas en momentos de oración ante la noticia tan fuerte del asesinato de Juan. Entendemos que atravesó el lago y llegaba a un lugar tranquilo y sin gente. Pero la multitud le seguía y al desembarcar, los vio y sintió compasión de todos ellos. En algún otro texto dice que parecían ovejas sin pastor. Es este versículo, el 14, tal vez el central de todo el texto que arma el contexto que sigue. A Jesús se le mueven las entrañas (eso significa compasión: conmiseración o lástima por quienes sufren). Es el sentimiento de Dios mismo, que escucha el lamento de su pueblo. Dice el texto que Jesús sanó a los enfermos allí. Y la actividad debería terminar allí… sin embargo se añade algo nuevo.
Son los discípulos ahora los que ven que la gente viene desde muy lejos, y que están en un lugar lejano a la civilización, se hace tarde, las personas necesitarán comida… entonces le proponen a Jesús que les diga a todos que se vayan para comprar comida en otras aldeas. Ellos por un lado ven las necesidades de la gente, pero por otro lado no son capaces de darle una solución.
Jesús les cambia la propuesta y les dice que la gente no debe marcharse y que ellos deben darles de comer. Y entonces entre lo que tenían para compartir eran cinco panes y dos pescados. Nada más. Muy poco para la multitud, y sobre todo muy poco para la fe tan pobre. Es aquí donde cambia radicalmente el texto bíblico y el lenguaje, Jesús pide que se lo traigan, hace sentar a la multitud, da gracias, lo parte y se los da a los discípulos para que ellos lo repartan. Todo comieron hasta quedar satisfechos.
El relato culmina con que sobraron hasta doce canastas.
Jesús, en el centro del texto, se nos muestra como lo que es: el Hijo de Dios, que ha tenido compasión de la humanidad. Todo lo demás es una narración que apoya esta idea principal.
Tres elementos nos ayudan a entender el texto:
El primero es el valor simbólico del milagro en sentido mesiánico. Jesús es el nuevo Moisés, que alimenta al pueblo, como pasó en el desierto, con el maná.
El segundo es eclesial, Jesús pide a los discípulos la ayuda para distribuir el pan y los peces a la multitud. Es la imagen de una Iglesia viva que sigue anunciando el Evangelio y distribuyendo el Pan de Vida.
El tercero, es todo el sentido Eucarístico del signo, por ejemplo el uso de los verbos que encontramos en la última cena: tomar, bendecir, partir, dar y el recuerdo obvio del “anochecer”.
Finalmente estas doce canastas nos representan la dimensión misionera de la Iglesia, que debe alimentar desde la fe apostólica (los doce apóstoles) a la humanidad hambrienta de Dios.
Reconstruimos el texto:
- Qué había sucedido con Jesús ¿A dónde se retira?
- ¿Qué hace la multitud que seguía a Jesús?
- ¿Cuál fue la actitud de Jesús al ver a la multitud?
- ¿Qué hizo Jesús con los enfermos?
- ¿Qué le dijeron los Discípulos a Jesús? ¿Qué sugerían que hiciera con la multitud?
- ¿Qué les contestó Jesús?
- ¿Cómo reaccionaron los discípulos?
- ¿Qué hizo Jesús entonces?
- ¿Qué pasó con la multitud?
- ¿Qué hicieron con lo que sobró?
- ¿Cómo termina el texto? ¿Cuántas personas había en el relato?
2.- MEDITACIÓN: ¿Qué me o nos dice Dios en el texto?
Hagámonos unas preguntas para profundizar más en esta Palabra de Salvación:
- ¿Soy capaz de seguir insistentemente a Jesús aún en medio de caminos despoblados?
- ¿Busco la mirada de Jesús, con la necesidad de quien está dispuesto a que Jesús se fije en mí?
- Yo tengo en mi vida, muchas enfermedades, que son producidas por la ausencia del Señor, sobre todo enfermedades espirituales. ¿Pido al Señor que me cure?
- Muchas veces me siento como los Discípulos, ante una situación que sólo no sé responder y la forma más rápida para salir es despedir a todos. ¿Entiendo que Jesús me pide que sea yo quien dé de comer a la multitud?
- ¿Cuántas veces decimos a Dios que sea Él quien dé de comer a la multitud hambrienta…? ¿Soy capaz de escuchar la voz de Jesús que me dice: “denle ustedes de comer”?
- ¿Cuánta es mi fe? ¿Soy capaz de poner mis cinco panes y dos pescados para que el Señor los multiplique?
- ¿Qué sería compartir lo que tengo? ¿con quién debería yo compartir mi vida, mis cosas, mis talentos?
- ¿Hacia dónde me lleva el Señor?
- ¿Entiendo que en la Iglesia hay de sobra para que repartamos?
- ¿Cuál es mi actitud misionera? ¿Podría repasarla hoy?
3.- ORACIÓN: ¿Qué le digo o decimos a Dios?
Orar, es responderle al Señor que nos habla primero. Estamos queriendo escuchar su Palabra Salvadora. Esta Palabra es muy distinta a lo que el mundo nos ofrece y es el momento de decirle algo al Señor:
Señor, gracias por tu Palabra salvadora
Gracias por acompañarnos cuando estamos en los desiertos despoblados de la vida.
Gracias por interesarte por nosotros. Por venir a sanarnos.Nuestros sufrimientos son muchos, y aún así no queremos reconocerlos. Ayúdanos a encontrar el camino de la vida para que reconociendo nuestras limitaciones, nos presentemos a Ti, Dios de la vida.
Ilumínanos, Señor, para que seamos capaces de reconocer tu presencia en cada gesto de caridad fraterna, que ofrecemos en tu Nombre, y no el nuestro.
Gracias por darnos la oportunidad de poder asistir al hermano que necesita nuestra ayuda.
Que no acaparemos nuestros pobres y pequeños cinco panes y dos pescados, sino que los podamos poner ante Ti, para que los multipliquemos como Iglesia y seamos uno en Tu nombre, Señor.
Que nunca nos neguemos a compartir lo que tenemos, para que Tú lo bendigas y lo multipliques.
Señor, que la Iglesia siempre sea nuestro punto de referencia donde realizamos nuestra misión y no nos creamos solos.
Hacemos un momento de silencio para responder al Señor y demos gracias porque nos llena de alegría.
Añadimos nuestras intenciones de oración.
-Amén-
4.- CONTEMPLACIÓN: ¿Como interiorizo o interiorizamos la Palabra de Dios?
Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del Evangelio para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón.
«Al ver a la multitud sintió compasión»
(Versículos 14)
Y de esta forma nos ponemos en contemplación, repitiendo y agradeciendo a Jesús que venga.
5.- ACCIÓN: ¿A qué me o nos comprometemos con Dios?
Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.
Si estoy solo, me propongo releer bien el texto en su contexto y como acción, escuchar a Jesús que dice, “denle ustedes de comer”, buscar personas que realmente estén necesitadas de alimento, tanto espiritual como material para compartir. Proponerse una meta clara y definida y trazar un plan de ayuda para personas concretas que lo necesiten. No dejar pasar esta oportunidad que te brinda el Señor.
En el grupo, el texto es claro. Vamos a buscar en nuestro barrio o nuestra comunidad personas concretas que están pasando situaciones de hambre y vamos a organizar una campaña para ayudarles en su proceso de poder estar en comunidad y alimentadas, tanto por la Palabra de Dios, como por la alimentación material