Empieza el mes de abril.
Podemos hablar de muchas primaveras que necesitamos, pero este tiempo de cuarentena en el mundo entero frente al coronavirus nos traerá una primavera para la familia.
Esa primavera para la familia va unida necesariamente a Jesucristo que es la verdadera primavera del mundo por su muerte y resurrección.
Pensemos en una cuaresma, pero pensémosla completa con Jesucristo muerto y resucitado.
El tiempo actual, la cuaresma y el tiempo de la cuarentena por coronavirus es un tiempo que puede terminar, más aún, debe terminar en una primavera para la familia.
Hasta mañana si Dios usted y yo lo queremos.
Fuente: Mons. Ramón de la Rosa