El término kerygma proviene del griego κήρυγμα (‘anuncio’, ‘proclamación’) y significa ‘proclamar como un emisario’. Se trata de un género literario bíblico de sesgo oratorio que actualmente podría estar representado como el anuncio de una buena noticia. Esta palabra se aplica a la proclamación de los cristianos que se inicia poco después de la muerte y resurrección de Jesús de Nazaret, hacia el año 30.
En las escrituras.
Los que se han dedicado a la búsqueda del Jesús histórico consideran kerigma toda la doctrina que aparece después de la muerte de Jesús de Nazaret. Inicialmente se intentó eliminar todo lo correspondiente al kerigma para acceder a la figura del Jesús histórico. Tras comprobar que no es posible, se inició un acercamiento al Jesús de la historia precisamente a partir de ese kerigma. Así pues, según el libro de Hechos de los Apóstoles:
Israelitas, oíd estas palabras: A Jesús el Nazareno, hombre acreditado por Dios ante vosotros por los milagros, signos y prodigios que realizó Dios a través de Él entre vosotros (como bien sabéis), lo matásteis clavándolo por manos impías, entregado conforme al designio previsto y aprobado por Dios. Pero Dios lo resucitó rompiendo las ataduras de la muerte… Hechos 2, 22-25.
Por lo tanto, todo Israel esté en lo cierto de que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías. Hechos 2, 36.
Estas manifestaciones con el aspecto de acusación están insertas, sin embargo, en el estilo y la tradición del profetismo judío que podemos ver a lo largo del Antiguo Testamento. Además, según la Biblia, cuando Jesús inició su ministerio público, ingresó a la sinagoga, tomó el rollo del profeta Isaías y leyó:
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. Él me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia del Señor. Lucas 4, 18-19.
Después de leerlo se identificó a sí mismo como el mesías del cual hablaba el profeta en sus escritos. La afirmación que hace Jesús en ese momento es conocida como el kerigma o anuncio de la buena nueva y constituye la base de la prédica para sus seguidores.
Kerigmas en el Nuevo Testamento
- La venida de Jesús como Mesías (Hechos 2:30; 3:19, 24, 10:43; 26:6-7, 22; Rom. 1: 2-4, 1 Tim 3-16; Heb. 1: 1-2; 1 Ped:1-2; 2 Ped.: 1: 18-19).
- Jesús es Ungido por Dios en su bautismo, como el Mesías (Hech. 10;38). Jesús inicia su ministerio en Galilea, después de su bautismo (Hech. 10:37).
- Llevó a cabo un ministerio con opción por los más necesitados, haciendo grandes obras con el poder de Dios (Mc. 10:45; Hech. 2:22; 10: 38).
- El Mesías fue crucificado de acuerdo al propósito de Dios (Mc. 10:45; Jn 3:16; Hech. 2:23;3:13-15,18;4:1; 10:39; 26:23; Rom 8:34; 1 Cor 1: 17-18; 15:3;Gal 1:4; Heb 1:3; 1Ped 1:2, 19; 3:18; 1Jn 4:10).
- Resucitó de entre los muertos y se apareció a sus discípulos (Hech 2:24,31-32 3:15, 26; 10:40-41; 17:31; 2623; Rom. 8:34; 10:9; 1Cor 15:4-7; Tes 1:10; Tim 3:16; 1Ped 1:2; 3:18-21).
- Jesús fue exaltado por Dios, y le dio el nombre de «Señor» (Hech 2:25-29, 33-36; 3:13, 10:36; Rom 8:34, 10:9; 1Tim 3:16; Heb 1:3; 1 Ped 3:22).
- Envió al Espíritu Santo para formar la iglesia (Hech 1:8, 2:14-18, 33:38-39, 10:44-47; 1 Ped 1:12).
- De nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos (Hech 3:20-21, 10:42, 17:31; 1 Cor. 15:20-28; 1Tes 1:10).
- Todos los que escuchen el mensaje deben de arrepentirse y ser bautizados (Hech 2:21, 38; 3:19, 10:43, 47-48, 17:30, 26:20; Rom 1:17, 10:9; 1Ped 3:21).