En el Día del Enfermo -cada 11 de febrero, Día Mundial-, recordemos que el ser humano puede tener tres enfermedades: del cuerpo, del alma y del espíritu.
Las enfermedades del cuerpo se identifican y luchan más fácilmente contra ellas médicos, medicinas, todos los medios.
Las enfermedades del alma, del espíritu, son: los traumas, las dificultades, la depresión.
Para éstas necesitamos psicólogos que nos ayuden y la familia, su amor, su cariño.
Este tema lo sacamos con frecuencia cuando hablamos de la administración, sea en política, sea en las empresas, donde quiera que sea.
Ahora, en tiempo de elecciones, necesitamos hombres y mujeres que sean elegidos para los cargos públicos, que sean sanos, sanos de cuerpo, sanos de alma y sanos del espíritu, que no estén corrompidos.
Hasta mañana si Dios usted y yo lo queremos.
Fuente: Mons. Ramón de la Rosa