Viernes I Semana del Tiempo Ordinario
«Hijo, tus pecados están perdonados»
📖 Primera Lectura: Hebreos 4, 1-5.11
Temamos, entonces, mientras permanece en vigor la promesa de entrar en el Reposo de Dios, no sea que alguno de ustedes se vea excluido.
Porque también nosotros, como ellos, hemos recibido una buena noticia; pero la Palabra que ellos oyeron no les sirvió de nada, porque no se unieron por la fe a aquellos que la aceptaron.
Nosotros, en cambio, los que hemos creído, vamos hacia aquel Reposo del cual se dijo: Entonces juré en mi indignación: Jamás entrarán en mi Reposo. En realidad, las obras de Dio estaban concluidas desde la creación del mundo,
ya que en cierto pasaje se dice acerca del séptimo día de la creación: Y Dios descansó de todas sus obras en el séptimo día;
y en este, a su vez, se dice: Jamás entrarán en mi Reposo.
Esforcémonos, entonces, por entrar en ese Reposo, a fin de que nadie caiga imitando aquel ejemplo de desobediencia.
📖 Salmo: 78(77), 3.4bc.6c-7.8
lo que nos contaron nuestros padres,
lo narraremos a la próxima generación:
son las glorias del Señor y su poder.
Así podrán contarlas a sus propios hijos,
para que pongan su confianza en Dios,
para que no se olviden de sus proezas
y observen sus mandamientos.
Así no serán como sus padres,
una raza obstinada y rebelde,
una raza de corazón inconstante
y de espíritu infiel a Dios.
📖 Evangelio según San Marcos 2, 1-12
1 Unos días después, Jesús regresó a la ciudad de Cafarnaúm, y pronto se enteraron de que estaba en casa. 2 Muchos se reunieron allí hasta el punto que no había lugar ni siquiera afuera de la puerta, mientras Jesús les anunciaba el mensaje. 3 Entonces llegaron cuatro personas trayendo a un paralítico, 4 pero debido a la gran cantidad de gente, no pudieron acercarlo a Jesús. Luego hicieron un agujero en el techo de la casa, sobre el lugar donde estaba Jesús, y a través de la abertura bajaron la camilla sobre la cual el paralítico estaba acostado. 5 Jesús viendo la fe de ellos, le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados están perdonados”.
6 Algunos maestros de la Ley que estaban sentados allí comenzaron a preguntarse: 7 “¿Qué dice este hombre? ¡Esto es blasfemia contra Dios! ¡Nadie puede perdonar los pecados sino solo Dios!
8 De inmediato Jesús conociendo en su Espíritu lo que estaban pensando, les dijo: “¿Por qué están pensando estas cosas?” 9 “¿Qué es más fácil decirle al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados’ o ‘Levántate, ¿toma tu camilla y camina’?” 10 “Ahora bien, para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar los pecados”, le dijo al paralítico: 11 “Digo a ti: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”.
12 De inmediato el hombre se levantó frente a ellos, tomó la camilla y se fue. Todos quedaron asombrados y alababan a Dios diciendo: “¡Nunca hemos visto algo así!”
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor