Viernes I Semana del Tiempo Ordinario
«Hijo, tus pecados están perdonados»
📖 Primera Lectura: Primer Libro de Samuel 8, 4-7.10-22a
«Tú ya eres viejo, le dijeron, y tus hijos no siguen tus pasos. Ahora danos un rey para que nos gobierne, como lo tienen todas las naciones».
A Samuel le disgustó que le dijeran: «Danos un rey para que nos gobierne», y oró al Señor.
El Señor dijo a Samuel: «Escucha al pueblo en todo lo que ellos digan, porque no es a ti a quien rechazan: me rechazan a mí, para que no reine más sobre ellos.
Samuel comunicó todas las palabras del Señor al pueblo que le pedía un rey,
diciendo: «Este será el derecho del rey que reinará sobre ustedes. El tomará a los hijos de ustedes, los destinará a sus carros de guerra y a su caballería, y ellos correrán delante de su carro.
Los empleará como jefes de mil y de cincuenta hombres, y les hará cultivar sus campos, recoger sus cosechas, y fabricar sus armas de guerra y los arneses de sus carros.
Tomará a las hijas de ustedes como perfumistas, cocineras y panaderas.
Les quitará a ustedes los mejores campos, viñedos y olivares, para dárselos a sus servidores.
Exigirá el diezmo de los sembrados y las viñas, para entregarlo a sus eunucos y a sus servidores.
Les quitará sus mejores esclavos, sus bueyes y sus asnos, para emplearlos en sus propios trabajos.
Exigirá el diezmo de los rebaños, y ustedes mismos serán sus esclavos.
Entonces, ustedes clamarán a causa del rey que se han elegido, pero aquel día el Señor no les responderá».
El pueblo se negó a escuchar la voz de Samuel, e insistió: «¡No! Habrá un rey sobre nosotros,
y así seremos como todas las naciones. Nuestro rey nos juzgará, saldrá al frente de nosotros y combatirá en nuestros combates».
Samuel escuchó todas las palabras del pueblo y las repitió en presencia del Señor.
El Señor dijo a Samuel: «Escúchalos y dales un rey». Entonces Samuel dijo a los hombres de Israel: «Vuelvan cada uno a su ciudad».
📖 Salmo: 89(88), 16-17.18-19
Ellos caminarán a la luz de tu rostro;
se alegrarán sin cesar en tu Nombre,
serán exaltados a causa de tu justicia. Porque tú eres su gloria y su fuerza;
con tu favor, acrecientas nuestro poder.
Sí, el Señor es nuestro escudo,
el Santo de Israel es realmente nuestro rey.
📖 Evangelio según San Marcos 2, 1-12
1 Unos días después, Jesús regresó a la ciudad de Cafarnaúm, y pronto se enteraron de que estaba en casa. 2 Muchos se reunieron allí hasta el punto que no había lugar ni siquiera afuera de la puerta, mientras Jesús les anunciaba el mensaje. 3 Entonces llegaron cuatro personas trayendo a un paralítico, 4 pero debido a la gran cantidad de gente, no pudieron acercarlo a Jesús. Luego hicieron un agujero en el techo de la casa, sobre el lugar donde estaba Jesús, y a través de la abertura bajaron la camilla sobre la cual el paralítico estaba acostado. 5 Jesús viendo la fe de ellos, le dijo al paralítico: “Hijo, tus pecados están perdonados”.
6 Algunos maestros de la Ley que estaban sentados allí comenzaron a preguntarse: 7 “¿Qué dice este hombre? ¡Esto es blasfemia contra Dios! ¡Nadie puede perdonar los pecados sino solo Dios!
8 De inmediato Jesús conociendo en su Espíritu lo que estaban pensando, les dijo: “¿Por qué están pensando estas cosas?” 9 “¿Qué es más fácil decirle al paralítico: ‘Tus pecados te son perdonados’ o ‘Levántate, ¿toma tu camilla y camina’?” 10 “Ahora bien, para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar los pecados”, le dijo al paralítico: 11 “Digo a ti: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”.
12 De inmediato el hombre se levantó frente a ellos, tomó la camilla y se fue. Todos quedaron asombrados y alababan a Dios diciendo: “¡Nunca hemos visto algo así!”
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor