Lunes IV Semana del Tiempo Ordinario
«Lo que el Señor ha hecho por ti»
📖 Primera Lectura: Hebreos 11, 32-40
Ellos, gracias a la fe, conquistaron reinos, administraron justicia, alcanzaron el cumplimiento de las promesas, cerraron las fauces de los leones,
extinguieron la violencia del fuego, escaparon del filo de la espada. Su debilidad se convirtió en vigor: fueron fuertes en la lucha y rechazaron los ataques de los extranjeros.
Hubo mujeres que recobraron con vida a sus muertos. Unos se dejaron torturar, renunciando a ser liberados, para obtener una mejor resurrección.
Otros sufrieron injurias y golpes, cadenas y cárceles.
Fueron apedreados, destrozados, muertos por la espada. Anduvieron errantes, cubiertos con pieles de ovejas y de cabras, desprovistos de todo, oprimidos y maltratados.
Ya que el mundo no era digno de ellos, tuvieron que vagar por desiertos y montañas, refugiándose en cuevas y cavernas.
Pero, aunque su fe los hizo merecedores de un testimonio tan valioso, ninguno de ellos entró en posesión de la promesa.
Porque Dios nos tenía reservado algo mejor, y no quiso que ellos llegaran a la perfección sin nosotros.
📖 Salmo: 31(30), 20.21.22.23.24
Tú la reservas para tus fieles;
y la brindas a los que se refugian en ti,
en la presencia de todos.
Tú los ocultas al amparo de tu rostro
de las intrigas de los hombres;
y los escondes en tu Tienda de campaña,
lejos de las lenguas pendencieras.
Él me mostró las maravillas de su amor
en el momento del peligro.
En mi turbación llegué a decir:
“He sido arrojado de tu presencia”.
Pero tú escuchaste la voz de mi súplica,
cuando yo te invocaba.
porque él protege a los que son leales
y castiga con severidad a los soberbios.
📖 Evangelio según Marcos 5, 1-20
1 Jesús y los discípulos llegaron a la región de Gerasa, en el otro lado del lago de Galilea. 2 Tan pronto como Jesús salió de la barca, un hombre vino a su encuentro desde las tumbas, estando poseído por un espíritu maligno. 3 El hombre vivía en las tumbas y nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas. 4 Muchas veces le habían atado las manos y los pies con esposas y cadenas de hierro, pero él las rompía y nadie podía dominarlo. 5 Pasaba días y noches en las colinas y entre las tumbas, gritando y golpeándose con piedras. 6 Pero viendo a Jesús desde lejos, corrió, cayó de rodillas delante de Él 7 y gritó fuertemente: “¡Jesús, Hijo del Dios Altísimo! ¿Qué tengo yo que ver contigo? ¡No me atormentes!”
8 Decía esto porque Jesús le había ordenado: “¡Espíritu maligno, sal de este hombre!”
9 Jesús le preguntó: “¿Cómo te llamas?”, él le respondió: “Mi nombre es Multitud, porque somos muchos”.
10 Y le rogaba sinceramente que no los echara de esa región. 11 Resulta que en una colina cercana había muchos cerdos comiendo 12 y los espíritus insistentemente le rogaron a Jesús: “Envíanos a esos cerdos para que entremos en ellos”.
13 Jesús se los permitió y los espíritus malignos salieron del hombre y entraron en los cerdos; ellos, que eran como unos dos mil, se arrojaron colina abajo hacia el lago y se ahogaron.
14 Los hombres que cuidaban a los cerdos huyeron y contaron la noticia en la ciudad y en los campos, entonces mucha gente fue a ver qué había pasado. 15 Cuando se acercaron a Jesús, vieron al hombre que había sido poseído por demonios y se quedaron asombrados de que él estuviera sentado, vestido y sanado. 16 Los que lo vieron, contaron lo que le había sucedido al hombre y a los cerdos. 17 Entonces comenzaron a rogarle a Jesús que se fuera de su territorio. 18 Mientras Jesús subía a la barca, el hombre que había estado endemoniado le rogaba para que lo dejara ir con Él.
19 Pero Jesús no se lo permitió y le dijo: “Ve a casa y cuéntale a tus familiares lo que el Señor ha hecho por ti y la compasión que ha tenido contigo”.
20 Entonces él se fue y comenzó a contar en la Decápolis, la región de las diez ciudades, lo que Jesús había hecho por él. Y todos estaban asombrados.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor