Martes VII Semana del Tiempo Ordinario
«Servir a todos«
📖 Primera Lectura: Eclesiástico 2, 1-11
Endereza tu corazón, sé firme, y no te inquietes en el momento de la desgracia.
Unete al Señor y no te separes, para que al final de tus días seas enaltecido.
Acepta de buen grado todo lo que te suceda, y sé paciente en las vicisitudes de tu humillación.
Porque el oro se purifica en el fuego, y los que agradan a Dios, en el crisol de la humillación.
Confía en él, y él vendrá en tu ayuda, endereza tus caminos y espera en él.
Los que temen al Señor, esperen su misericordia, y no se desvíen, para no caer.
Los que temen al Señor, tengan confianza en él, y no les faltará su recompensa.
Los que temen al Señor, esperen sus beneficios, el gozo duradero y la misericordia.
Fíjense en las generaciones pasadas y vean: ¿Quién confió en el Señor y quedó confundido? ¿Quién perseveró en su temor y fue abandonado? ¿Quién lo invocó y no fue tenido en cuenta?
Porque el Señor es misericordioso y compasivo, perdona los pecados y salva en el momento de la aflicción.
📖 Salmo 37(36), 3-4.18-19.27-28.39-40
habita en la tierra y vive tranquilo:
que el Señor sea tu único deleite,
y él colmará los deseos de tu corazón.
El Señor se preocupa de los buenos
y su herencia permanecerá para siempre; no desfallecerán en los momentos de penuria,
y en tiempos de hambre quedarán saciados.
Aléjate del mal, practica el bien,
y siempre tendrás una morada,
porque el Señor ama la justicia
y nunca abandona a sus fieles.
Los impíos serán aniquilados
y su descendencia quedará extirpada,
él es su refugio en el momento del peligro;
el Señor los ayuda y los libera,
los salva porque confiaron en él.
📖 Evangelio según Marcos 9, 30-37
30 Dejaron ese lugar y continuaron caminando a través de la Galilea. Jesús no quería que nadie supiera dónde se encontraba 31 porque estaba enseñando a los discípulos. Él les decía: “El Hijo del Hombre será entregado en manos de los hombres, y ellos lo matarán; pero, después de muerto ,a los tres días resucitará”.
32 Mas ellos no entendían lo que Jesús decía y tenían miedo de preguntarle.
33 Vinieron a la ciudad de Cafarnaúm y cuando estaban en la casa, Jesús les preguntó a los discípulos: “¿De qué hablaban en el camino?”
34 Pero guardaron silencio porque en el camino habían discutido quien era el más importante.
35 Jesús se sentó, llamó a los doce y les dijo: “Si alguien quiere ser el primero, debe ser el último y servir a todos”.
36 Entonces tomó un niño y lo puso en medio de ellos. Abrazándolo, les dijo: 37 “Quien reciba a uno de estos niños en mi nombre, me recibe a mí. Y el que me recibe, no solo a mí me recibe, sino al que me envió”.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor