Miércoles XVIII Semana del Tiempo Ordinario
«Tienes mucha fe»
📘 Primera Lectura: Números 13, 1-2.25-33.14,1.26-33
«Envía unos hombres a explorar el país de Canaán, que yo doy a los israelitas; enviarás a un hombre por cada una de sus tribus paternas, todos ellos jefes de tribu».
Al cabo de cuarenta días volvieron de explorar el país.
Entonces fueron a ver a Moisés, a Aarón y a toda la comunidad de los israelitas en Cades, en el desierto de Parán, y les presentaron su informe, al mismo tiempo que les mostraban los frutos del país.
Les contaron lo siguiente: «Fuimos al país donde ustedes nos enviaron; es realmente un país que mana leche y miel, y estos son sus frutos.
Pero, ¡qué poderosa es la gente que ocupa el país! Sus ciudades están fortificadas y son muy grandes. Además, vimos allí a los anaquitas.
Los amalecitas habitan en la región del Négueb; los hititas, los jebuseos y los amorreos ocupan la región montañosa; y los cananeos viven junto al mar y a lo largo del Jordán».
Caleb trató de animar al pueblo que estaba junto a Moisés, diciéndole: «Subamos en seguida y conquistemos el país, porque ciertamente podremos contra él».
Pero los hombres que habían subido con él replicaron: «No podemos atacar a esa gente, porque es más fuerte que nosotros».
Y divulgaron entre los israelitas falsos rumores acerca del país que habían explorado, diciendo: «La tierra que recorrimos y exploramos devora a sus propios habitantes. Toda la gente que vimos allí es muy alta.
Vimos a los gigantes – los anaquitas son raza de gigantes – Nosotros nos sentíamos como langostas delante de ellos, y esa es la impresión que debimos darles».
Entonces la comunidad en pleno prorrumpió en fuertes gritos, y el pueblo lloró toda aquella noche.
Luego el Señor dijo a Moisés y a Aarón:
«¿Hasta cuándo esta comunidad perversa va a seguir protestando contra mí? Ya escuché las incesantes protestas de los israelitas.
Por eso, diles: «Juro por mi vida, palabra del Señor, que los voy a tratar conforme a las palabras que ustedes han pronunciado.
Por haber protestado contra mí, sus cadáveres quedarán tendidos en el desierto: los cadáveres de todos los registrados en el censo, de todos los que tienen más de veinte años.
Ni uno solo entrará en la tierra donde juré establecerlos, salvo Caleb hijo de Iefuné y Josué hijo de Nun.
A sus hijos, en cambio, a los que ustedes decían que iban a ser llevados como botín, sí los haré entrar; ellos conocerán la tierra que ustedes han despreciado.
Pero los cadáveres de ustedes quedarán tendidos en este desierto.
Mientras tanto, sus hijos andarán vagando por el desierto durante cuarenta años, sufriendo por las prostituciones de ustedes, hasta que el último cadáver quede tendido en el desierto.
📗 Salmo 106(105), 6-7a.13-14.21-22.23
somos culpables, hicimos el mal:
nuestros padres, cuando estaban en Egipto,
no comprendieron tus maravillas; Pero muy pronto se olvidaron de sus obras,
no tuvieron en cuenta su designio;
ardían de avidez en el desierto
y tentaron a Dios en la soledad. Olvidaron a Dios, que los había salvado
y había hecho prodigios en Egipto,
maravillas en la tierra de Cam
y portentos junto al Mar Rojo. El Señor amenazó con destruirlos,
pero Moisés, su elegido,
se mantuvo firme en la brecha
para aplacar su enojo destructor.
📖 Evangelio según San Mateo 15, 21-28
21 Jesús se fue de allí y fue a la región que está cerca de las ciudades de Tiro y Sidón. 22 Cierta mujer cananea, que vivía en esa región, se le acercó gritando: “Señor, hijo de David, ten piedad de mí. ¡Mi hija está terriblemente dominada por un demonio!”
23 Pero Jesús no le respondió nada. Entonces los discípulos se acercaron a Él y le rogaron: “¡Envíala lejos, porque ella viene detrás de nosotros gritando!”
24 Jesús respondió: “Fui enviado sólo para las ovejas perdidas del pueblo de Israel”.
25 Entonces ella se arrodilló delante de Él y le dijo: “Señor, ayúdame”.
26 Jesús le dijo: “No es correcto tomar el pan de los niños y tirarlo a los perros”.
27 Pero ella dijo: “Sí, Señor, pero incluso los cachorros comen las migajas que caen debajo de la mesa de sus dueños”.
28 Jesús le respondió: “Mujer, tienes mucha fe. ¡Que se realice lo que quieres! Y en ese momento su hija fue sanada.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor