Nada es perfecto
Del papa Francisco es esta frase: “Ninguna familia es perfecta, tiene valores, pero tiene sus imperfecciones”. También esta otra frase: “No podemos esperar que el prójimo cambie para hacerle el bien, que la Iglesia sea perfecta para amarla”.
Nadie es perfecto, hay que amar como somos: con nuestras imperfecciones y con nuestros valores.
La familia no se puede soñar que los hijos sean perfectos, fallan. Se les dirá muchas veces “manos de trapo”, pero no tienen manos de trapo. Se le hace daño a los hijos cuando se le dice esa expresión, porque no son perfectos, son de diferentes edades.
Hay cosas que son buenas y positivas: por eso no podemos esperar que las cosas sean perfectas para valorarlas y amarlas; amémoslas como son, como es la realidad: una parte de bondad y otra parte de imperfección.
Hasta mañana si Dios usted y yo lo queremos.
Fuente: Mons. Ramón de la Rosa