Conmemoración de Todos los Fieles Difuntos
Sábado XXX Semana del Tiempo Ordinario
«Ninguno de los que el Padre me ha dado se perderá»
📘 Primera Lectura: Sabiduria 3, 1-9
Las almas de los justos están en las manos de Dios y no los alcanzará ningún tormento.
Los insensatos pensaban que los justos habían muerto, que su salida de este mundo era una desgracia y su salida de entre nosotros, una completa destrucción.
Pero los justos están en paz.
La gente pensaba que sus sufrimientos eran un castigo, pero ellos esperaban confiadamente la inmortalidad.
Después de breves sufrimientos recibirán una abundante recompensa, pues Dios los puso a prueba y los halló dignos de sí.
Los probó como oro en el crisol y los aceptó como un holocausto agradable.
En el día del juicio brillarán los justos como chispas que se propagan en un cañaveral.
Juzgarán a las naciones y dominarán a los pueblos, y el Señor reinará eternamente sobre ellos.
Los que confían en el Señor comprenderán la verdad y los que son fieles a su amor permanecerán a su lado, porque Dios ama a sus elegidos y cuida de ellos.
📗 Salmo 22, 1-3. 4. 5. 6
El Señor es mi pastor, nada me falta;
en verdes praderas me hace reposar
y hacia fuentes tranquilas me conduce
para reparar mis fuerzas.
Por ser un Dios fiel a sus promesas,
Me guía por el sendero recto
Así, aunque camine por cañadas oscuras,
nada temo, porque tú estás conmigo.
Tu vara y tu cayado me dan seguridad.
Tú mismo preparas la mesa,
a despecho de mis adversarios;
me unges la cabeza con perfume
y llenas mi copa hasta los bordes.
Tu bondad y tu misericordia me acompañarán
todos los días de mi vida;
y viviré en la casa del Señor
por años sin término.
📖 Evangelio según San Juan 6, 37-40
37 Todo lo que el Padre me da vendrá a mí; y de ninguna manera tiraré afuera a los que vienen a mí. 38 Porque yo he bajado del cielo para hacer la voluntad del que me envió y no para hacer la mía. 39 Y la voluntad del que me envió es esta: que ninguno de los que el Padre me ha dado se perderá, sino que los resucitaré en el día final. 40 La voluntad del que me ha enviado es que todos los que han visto al Hijo y creen en Él tengan vida eterna; y yo, en el último día, los resucitaré”.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
Palabra del Señor