Martes II Semana del Tiempo Ordinario
“El Hijo del Hombre tiene autoridad”
📖 Primera Lectura: Hebreos 6, 10-20
Hermanos: Dios no es injusto para olvidar los trabajos de ustedes y el amor que le han mostrado al servir a sus hermanos en la fe, como lo siguen haciendo hasta hoy. Deseamos, sin embargo, que todos y cada uno de ustedes mantenga hasta el fin el mismo fervor y diligencia, para alcanzar la plenitud de su esperanza. Así, lejos de volverse negligentes, serán ustedes imitadores de aquellos que, por la fe y la paciencia, heredan lo prometido por Dios.
En efecto, cuando Dios hizo la promesa a Abraham, como no había nada superior por lo cual jurar, juró por sí mismo, diciendo: Te colmaré de bendiciones y te daré una descendencia innumerable. Por este motivo, Abraham perseveró en la paciencia y alcanzó lo prometido por Dios. Cuando los hombres juran, lo hacen por alguien superior a ellos, y el juramento pone fin a toda discusión. También Dios, cuando quiso mostrar con plenitud a los herederos de la promesa lo irrevocable de su decisión, se comprometió con un juramento.
Así pues, mediante estos dos actos irrevocables, promesa y juramento, en los cuales Dios no puede mentir, tenemos un consuelo poderoso los que buscamos un refugio en la esperanza de lo prometido. Esta esperanza nos mantiene firmes y seguros, porque está anclada en el interior del santuario, ahí donde Jesús entró, precediéndonos, constituido sumo sacerdote, como Melquisedec.
Quiero alabar a Dios, de corazón,
en las reuniones de los justos.
Grandiosas son las obras del Señor,
y para todo fiel, dignos de estudio.
Ha hecho inolvidables sus prodigios.
El Señor es piadoso y es clemente.
Acordándose siempre de su alianza,
Él la da de comer al que lo teme
El redimió a su pueblo,
y estableció su alianza para siempre.
Dios es santo y terrible
y su gloria perdura eternamente.
23 Sucedió que un sábado (día de descanso), Jesús y sus discípulos cruzaban un campo de trigo y mientras caminaban, sus discípulos comenzaron a arrancar espigas de trigo. 24 Entonces unos fariseos le decían a Jesús: “¿Por qué tus discípulos están haciendo lo que está prohibido hacer en sábado?”
25 Jesús les respondió: “¿No han leído lo que hizo David cuando él y sus compañeros no tenían comida y tenían hambre? 26 Entró en la casa de Dios en el tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió los panes consagrados a Dios que sólo a los sacerdotes se les está permitido comer, y los compartió con sus compañeros”.
27 Y les seguía diciendo: “El sábado fue hecho para las personas y no las personas para el sábado. 28 Por tanto, el Hijo del Hombre tiene autoridad incluso sobre el sábado”.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR
😇Palabra del Señor