Miércoles XI semana del Tiempo Ordinario
«Tu Padre que está en lo secreto»
📘 Primera Lectura: Carta II de San Pablo a los Corintios 9, 6-11
Que cada uno dé conforme a lo que ha resuelto en su corazón, no de mala gana o por la fuerza, porque Dios ama al que da con alegría.
Por otra parte, Dios tiene poder para colmarlos de todos sus dones, a fin de que siempre tengan lo que les hace falta, y aún les sobre para hacer toda clase de buenas obras.
Como dice la Escritura: El justo ha prodigado sus bienes: dio a los pobres y su justicia permanece eternamente.
El que da al agricultor la semilla y el pan que lo alimenta, también les dará a ustedes la semilla en abundancia, y hará crecer los frutos de su justicia.
Así, serán colmados de riquezas y podrán dar con toda generosidad; y esa generosidad, por intermedio nuestro, se transformará en acciones de gracias a Dios.
📗 Salmo: 112(111), 1-2.3-4.9
y se complace en sus mandamientos.
Su descendencia será fuerte en la tierra:
la posteridad de los justos es bendecida. En su casa habrá abundancia y riqueza,
su generosidad permanecerá para siempre.
Para los buenos brilla una luz en las tinieblas:
es el Bondadoso, el Compasivo y el Justo.
Él da abundantemente a los pobres:
su generosidad permanecerá para siempre,
y alzará su frente con dignidad.
📖 Evangelio según Mateo 6, 1-6.16-18
1 “Tengan cuidado de no hacer su justicia en público para ser vistos por otros. Si lo hacen, no recibirán ninguna recompensa de su Padre en los cielos.
2 Cuando des limosna, no digas lo que has hecho, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles. Hacen esto para ser felicitados por otros. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa. 3 Pero cuando des limosna a alguien, que tu mano izquierda no se entere de lo que hace la derecha, 4 de esta manera tu limosna estará en secreto, y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará la recompensa.
5 Cuando oren, no sean como los hipócritas que les gusta rezar de pie en las sinagogas y las esquinas de las calles para ser vistos por otros. En verdad les digo que ya han recibido su recompensa. 6 Pero cuando ores, ve a tu habitación, cierra la puerta y reza a tu Padre que está en lo secreto, y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará la recompensa.
16 Cuando ayunen, no hagan una cara triste como lo hacen los hipócritas, porque lo hacen para que todos sepan que están ayunando. Ciertamente les digo que ya han recibido su recompensa. 17 Pero cuando tú ayunes, lávate la cara y peina tu cabello 18 para que otros no sepan que estás ayunando, sino solo tu Padre que está en lo secreto sabrá que estás ayunando, y tu Padre, que ve lo que haces en secreto, te dará la recompensa.
TRADUCCIÓN DEL NUEVO EVANGELIZADOR