Miércoles de la VII Semana de Pascua
Reflexión de los Evangelios diarios
Invocamos al Espíritu Santo
“Ven Espíritu Santo, necesito tu asistencia y llena de alegría y paz mi corazón y da sabiduría a mi mente para poder entender la Palabra de Dios”. Amén.
Evangelio según San Juan 17, 11b-19.
Jesús levantó los ojos al cielo, y oró diciendo: “Padre santo, cuida en tu nombre a aquellos que me diste, para que sean uno, como nosotros.
Mientras estaba con ellos, cuidaba en tu nombre a los que me diste; yo los protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se cumpliera la Escritura.
Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto. Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad.
Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo. Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad”.
Palabra del Señor.
¿Qué dice el texto?
“…Para que mi gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto”. “Conságrarlos en la verdad: tu palabra es verdad”.
¿Qué nos dice el día de hoy Dios en este texto?
Desde los inicios de la humanidad, hemos buscado con ansias vivir en la verdad y vivir plenamente de verdad. La búsqueda de la verdad está íntimamente unida a nuestro ser. Es la “semilla del Verbo” que todos experimentamos. Nadie quiere vivir en la mentira ni vivir mintiendo. Pero, la búsqueda de la verdad objetiva es parte de nuestro ser, aunque nos equivoquemos en esa búsqueda, no podemos negar nuestro deseo infinito de estar en la verdad. El encuentro con “la verdad” será lo que finalmente dice Jesús “su gozo sea perfecto”.
Es muy importante plantearnos sinceramente dónde buscamos nosotros el gozo y la verdad. Piensa hoy en día cuánta gente confundida, creyendo que la verdad está en otro lado. Por ejemplo, en el dominio de un territorio, o dominio de un estilo de vida. Tal vez debemos plantearnos seriamente cuando vemos en las películas que nos narran estilos de vida, y cómo, por ejemplo, una persona que desea tener bienes sin tener en cuenta lo objetivo (piensa en un asaltante), cómo es que creyendo que el gozo está en el poder de los bienes económicos con el que inclusive lucra y obtiene favores para sí, nosotros no miramos con tranquilidad esos estilos de vida.
El gozo que nos ofrece Jesús, está en el conocimiento completo de la Verdad objetiva, y recordemos que Él mismo nos dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”. Por lo tanto, te invito a un replanteamiento de la verdad. ¿Crees que la salud es parte de la verdad? Y entonces ¿cómo entender esto que está ocurriendo en nuestros días de gente muy buena, gente que ofrece su vida al servicio de los demás que muere de contagios? La verdad que el Señor nos ofrece tiene mucho de cercanía con este tema.
Ya se está acercando el día de Pentecostés. Estos días son importantes para plantearnos como humanidad en qué Dios creemos, y cuál verdad defendemos.
Te invito a que ofrezcas tu día en reflexión diciendo con mucha fe y esperanza esta frase:
“¡Creo Señor en ti, porque Tú eres el camino, la verdad y la vida!”
Esté es un esfuerzo conjunto entre la Fundación Ramón Pané y Zenit